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El Arte de Preguntar

Autor: Carmen Franco

Hoy en día con el exceso de información que recibimos cada día a través de distintos medios hay una tendencia a ser receptores de la información y pocos indagadores del saber de otros, o del saber en general. La vida en tiempo real, a ratos, merma la necesidad de descubrir bajo el planteamiento de “preguntar”. Y preguntar es un proceso que se inicia por preguntarnos a nosotros mismos para encontrar respuestas que alimenten la sabiduría de nuestro ser y que nos facilite convertirnos en ese ser humano de acción. Hacer las preguntas permiten explorar la mente de las personas y conocer el pensamiento oculto de la contraparte.

El preguntar nace y se hace en el proceso de comunicación el cual permite intercambiar ideas, relacionarnos, interactuar y contactarnos a través de lo expresado de forma verbal y no verbal. Cada día se demuestra más que en las relaciones que se dan en las organizaciones, familias, padres e hijos, médicos y pacientes, educadores y estudiantes, entre otros, es la comunicación el eje de la relación. Cuando la comunicación se da en términos de agrado y acuerdos entre las partes, conlleva al vínculo del idilio y el relacionamiento satisfactorio ¿Y de qué forma logramos ese vínculo?

Desarrollando el “Arte de Preguntar”

Preguntar nos lleva a la indagación y el entendimiento del otro. Existen muchas creencias relacionadas con el hecho de hacer preguntas. Por ejemplo, a muchos niños se les dice: Los niños no preguntan, con el objetivo de no facilitar la intervención del menor en el proceso de comunicación de los adultos. En el contexto de la educación en ocasiones al que pregunta se le señala con descalificativos relacionados con su capacidad intelectual, los hijos muchas veces no preguntan por miedo, algunos pacientes no preguntan porque piensan que el medico es el responsable de su salud. En las organizaciones y el mundo de los negocios, por ejemplo, existe el paradigma que el líder debe tener todas las respuestas cuando en realidad los grandes líderes se reconocen por aceptar que hay muchas cosas que desconocen y que la ignorancia es la oportunidad de conocer y crecer en el saber. En las organizaciones los problemas de comunicación se hacen muy frecuentes por diferentes motivos, sin embargo, se ha demostrado que aquellas basadas en la cultura organizacional de la revolución industrial, que aún existen muchas, el estilo de liderazgo incide directamente en el proceso de comunicación.

Y de esta forma el hacer preguntas no necesariamente se lleva a cabo como una practica que va más allá de obtener respuestas expresadas por la urgencia de responder o incluso por impresionar.

No preguntar nos lleva al riesgo de asumir, lo cual en muchas ocasiones trae conflictos. El conflicto en un proceso de comunicación muchas veces esta dado porque los seres humanos creamos interpretaciones desde nuestra forma de observar y en base a ello nos comunicamos creando una realidad personal basada en nuestras experiencias; los conflictos de la comunicación surgen por la diferencia del observador que somos respecto a otros y el sentido que interpretamos de lo que dice el emisor.

Cuando preguntamos estamos abriendo la posibilidad a entender el sentido de lo que la otra persona le está dando a lo que habla. Al preguntar estamos abriendo la ventana de contactarnos con realidades diferentes a las que están filtradas en nuestros mapas mentales y abrimos opciones para captar información distinta que crea nuevos paradigmas que nos conllevan a nuevos procesos de aprendizaje basados en la experiencia de haber obtenido una respuesta. Pero preguntar es un practica que hay que aprender. No todo proceso de hacer preguntas conlleva a resultados favorables que creen el vinculo en la relación. Necesitamos incursionar en el aprendizaje de lo que es el arte de preguntar.

El arte de preguntar nace primero en el desarrollar la escucha activa. Entender que oir no es igual que escuchar. Cuando escuchamos, estamos escuchando palabras, movimientos, emociones, sensaciones, es decir, estamos inmersos en el proceso del otro. Y es esta inmersión que la facilita la empatía del proceso de comunicación la que a su vez nos permitirá hacer preguntas de desafío y auto reflexión que provocan la búsqueda de respuestas que están conectadas con lo que la otra persona vive física y emocionalmente. El preguntar no es un cuestionamiento directo, es un arte que muestra el interés por la otra persona generando un vinculo de confianza que favorece la comunicación haciendo que la otra parte no se sienta cuestionada, amenazada o minimizada. El arte de preguntar se basa en construir preguntas cuyas repuestas sean el complemento o similitud de la interpretación del otro buscando sustentación del respeto mutuo en la diversidad de ideas y encontrando elementos que conllevan al encuentro de respuestas efectivas que apalanquen la solución o mermen el conflicto o discrepancia.